Por Dennis Tedlock
Traducido por popol-mayab.org
Cuando los dioses del Popol Wuj intentan primero hacer a los humanos y en vez de eso, hacen aparecer los animales, no obstante intentan enseñar a hablar a sus creaciones. La lección que ofrecen, no es solo un ejercicio de pronunciación y gramática, sino además un ejercicio en poesía maya. Consiste en unas cuantas líneas de oración, limitada a unos cuantos nombres divinos, pero sus formas serían apropiadas para cualquier otro tipo de oratoria formal. Primero viene un elemento que es independiente, pero lo que sigue es verso paralelo, construido al parear palabras o frases que son parcialmente las mismas y parcialmente diferentes:
El conteo de sílabas cambia de una copla a la siguiente, y en dos casos incluso cambia de la mitad de una copla a la otra. Hay rimas aquí, pero no son rimas construidas por el sonido en sí mismo. Más bien, son construidas desde palabras completas y frases, como cuando ch’ipi y raxa “recién nacido” y “verde, tierno, fresco” respectivamente cambian lugares como adjetivos modificando kaqulja “rayo”. En una escala más pequeña, éstas son construidas desde partículas tales como tz’aq– y b’it– “crear” y “modelar” y afijos como -ol, algo como los españoles “-or”, “-ora”. En otras palabras, estos ritmos trabajan al nivel de la sintaxis, en donde los sonidos ya han sido organizados para tener significados.
Si los animales hubiesen perfeccionado su primera lección, podrían habérseles enseñado algunos trucos adicionales. Los oradores expertos k’iche’ no entregan los versos mecánicamente, sino más bien anotan los cambios en ellos a través del tiempo de sus pausas. Reformados en líneas separadas unas de las otras por medio de pausas en lugar de la estructura del verso por sí sola, el pasaje citado arriba podría ir así:
Un desempeño experto también requiere cambios en la misma estructura del verso. El paralelismo de las coplas puede y debe ser variada, de cuando en cuando, con tercetos. La lista de animales hechos por los dioses provee un ejemplo sencillo:
Pero cualesquiera que sean los agrupamientos según el significado, una lista de este tipo sería entregada hoy sin más marcas de la transición entre jaguares y serpientes, que aquella entre pumas y jaguares. No habría pausas hasta que el correr de los sustantivos paralelos llegue a una pausa o el aliento del recitador se agotase.
Otra variación en las coplas toma la forma de un cuarteto en el cual las primeras dos partes establecen un patrón, la tercera parte se aparta de ello (a menudo por medios de simplificación) y la cuarta lo retoma:
Hay momentos en la poesía k’iche’ cuando los sonidos parecen venir al frente contra la sintaxis, pero aún entonces son puestos al servicio directo de la onomatopeya. El siguiente pasaje es denso con aliteración y asonancia, tanto dentro de sus palabras como entre ellas, pero abre el idioma hacia la imitación directa de lo que está afuera de ello, evocando los sonidos de un mundo primordial que consiste solamente de un mar tranquilo y un cielo vacío:
Para los oídos en sintonía con los patrones que se ejecutan por debajo de los niveles de sintaxis, este parece ser uno de los pasajes más densamente poéticos en el Popol Wuj. Para los oídos k’iche’ es más bien el sonido del caos –no la vorágine de la mitología del viejo mundo, sino un caos de vibraciones y pulsaciones.
En la narrativa, el movimiento vertical del verso, que reside en el momento, debe ser modificada por el movimiento horizontal de la prosa, la cual lleva la acción hacia adelante. Cuando las dos fuerzas se alternan, el resultado es una trayectoria diagonal:
A veces el balance puede oscilar más hacia la verticalidad del verso que en este ejemplo y a veces más hacia la horizontalidad de la prosa. Cuando la acción se mueve rápidamente durante el relato de una historia, el verso paralelo puede ser reducido a una copla o terceto ocasional, a flote en un río de prosa.
La división de las traducciones en párrafos se basa principalmente en dos consideraciones: la primera es la ocurrencia de lo que Dell Hymes llama “partículas iniciales” (Hymes 1981:318-20). Ejemplos en k’iche’ son k’ut “y aquí” o “y esto es”; k’ate k’ut “y luego”; y keje k’ut “y así”. La segunda consideración es la ocurrencia de citas. En el habla k’iche’ contemporánea hay deliberadas pausas antes y después de las frases que consisten en partículas iniciales e inmediatamente antes de citas. (Véase D. Tedlock 1983b: cap. 4; 1987).
Para más sobre la poesía maya, véase D. Tedlock (1983a; 1983b: cap. 8; 1987), Hanks (1989) y Sam Colop (1994; 1999).
Bibliografía
Hanks, William F.
1989. “Elements of Maya Style”. En Word and Image in Maya Culture: Explorations in Language, Writing and Representation, editado por William F. Hanks y Don S. Rice, pp. 92-111. Salt Lake City: University of Utah Press.
Hymes, Dell
1981. “In vain I tried to tell you”: Essays in Native American Ethnopoetics. Philadelphia: University of Philadelphia Press.
Sam Colop, Luis Enrique
1994. Maya Poetics. Disertación doctoral. State University of New York at Buffalo. Ann Arbor: University Microfilms.
1999. Popol Wuj: Versión Poética K’iche’. Guatemala: Pembi- GTZ, Editorial Cholsamaj.
2011. Popol Wuj. Guatemala: F&G Editores.
Tedlock, Dennis
1983a. “Las formas del verso quiché”. En Nuevas perspectivas sobre el Popol Vuh, editado por Robert M. Carmack y Francisco Morales Santos, pp 123-32. Guatemala: Piedra Santa.
1983b. The Spoken Word and the Work of Interpretation. Philadelphia: University of Philadephia Press.
1987. “Hearing a Voice in an Ancient Text: Quiché Maya Poetics in Performance.” En Native American Discourse: Poetics and Rhetoric, editado por Joel Sherzer and Anthony C. Woodbury, pp. 140-75. Cambridge: Cambridge University Press.
1996. Popol Vuh: The Mayan book of the Dawn of Life. Edición revisada y expandida. A Touchstone Book. Simon and Schuster, Inc
2 comentarios sobre “Poesía en el Popol Wuj”